La paloma surgió de la nada, lo juro. Medio giro de volante después, sus alitas se fundieron con el frío asfalto.
- ¡Será gilipollas! – solté (en referencia a la paloma, claro).
– Bueno, ¡una menos!. Ya lo decía mi padre: ratas con alas. No hacen más que tocar los cojones – dijo mi cliente (un tipo arrugado y siniestro).
Y ahora la paloma está muerta, y yo me siento fatal, lo que me lleva a la siguiente cuestión…
¿Qué es más importante?:
a) La vida de una paloma.
b) El alma (rota en mil pedazos) de un taxista.
c) Ambas/ninguna al 50%.
d) Hay preguntas más importantes (ejemplo: ¿cuándo sale a la venta la nueva Play Station III?).