Máxima para un simpulso cualquiera: “Convierte tu trabajo en una obra de arte única e irrepetible”.
Y yo digo: disfruta de tu trabajo.
Y yo digo: aprende algo nuevo cada día.
Y yo digo: cómete el mundo en porciones individuales.
Y yo digo: nuestra capacidad creativa nos diferencia del resto de los animales.
Y yo digo: crea.
Y yo digo: construye, respira, observa, escucha, analiza, mastica, vuelve a masticar.
Y yo digo: nunca escupas, ni vomites más allá de lo estrictamente necesario.
Soy taxista y hablo con desconocidos, y aprendo de ellos, y admiro cada tarde el ocaso de un sol sodomizado por su horizonte, y acaricio cada curva del trazado, y observo las calles, y estudio mi espejo retrovisor. Y sí, tomo café con desconocidos. Con dos de azúcar.
Foto: “Cabeza de simpulso sobre proyección aleatoria” (según los ojos de V.)