[A la dgt, in memoriam]
Aquí dentro huele a mango
y fuera,
(al otro lado
de la ventanilla límpida)
huele a humo,
a piel quemada,
a córtex cerebral,
a línea discontinua
en braille asfáltico,
a wi-fi,
a cadáver de pluma de avestruz,
a uñas mordidas
por dientes de goma espuma,
a voz seca
(o disecada por cualquier
taxidermista
de piel subnormal…)
Aquí dentro huele a mango,
a taxímetro,
(¿a qué huelen los taxímetros?)
Y esos ojos
dentro de ese espejo
dentro de ese taxi
dentro de esa calle
dentro de ese cosmos
dentro de ese ese
los siento en 3D
(lo juro)
Seré duro:
Por muchos puntos de sutura
que me zurza la dgt,
o la etc,
no pienso apearme de este asiento
(anatómico, por ciento)
Porque aquí dentro
huele a mango,
y ese puto ambientador
me costó 1.35 €
¿Capisci?
…
[Nota aclaratoria: "Capisci" rima con "jacuzzi", y "yo" rimo "contigo"]