– Se le ve pensativo. Seguro que ustedes los taxistas están todo el día dándole a la cabeza – me dijo una usuaria (cuarentona, elegante, con ganas de conversación).
– Se equivoca. En realidad el Ayuntamiento en coalición con la DGT nos ha prohibido pensar mientras conducimos. Según los últimos datos, desde que los taxistas no pensamos el índice de siniestralidad se ha reducido en un 70%.
– Ja, ja, ja… lo que usted cuenta me recuerda a un libro…
– ¿1984? – pregunté.
– No, bueno; no sé… ¿se imagina que nos prohibieran pensar?
– No hace falta imaginarlo…
– Ya.
– Pues eso.
– Vale.