Con tres mejicanos por banda, viento en popa, a todo taxi, cruzamos Colón entre una marea de banderas, gaviotas y cláxones de oé oé, campeones, campeones… (¿?).
– ¿Fútbol? – pregunta uno de los mejicanos.
– No, Elecciones Municipales – respondo.
– ¿Municipales?. Es algo así como el Gobierno de la ciudad, ¿no, buey?
– Sí.
– ¿Y se puede beber?
– ¡Claro buey! ¿No vistes que ahorita nos mamamos unas cuantas cervesas? – le dice el otro.
– ¿En Méjico no se puede beber? – pregunto asombrado.
– En día de elecciones está prohibido, ¡los chíngoles!… se puede beber en restaurantes, pero no permiten comprar botellas.
– Por eso vinimos a Madrid, buey. Aunque no votemos acá podemos mamarnos sin que nos apresen, ja, ja…
…
[Nota: No entiendo el humor mejicano]